Tómbola es un lugar donde celebrar. Allí aguardan todas las respuestas a la constante incógnita que surge después del “Y ahora qué?”.

Juguemos, incluso cuando ello no solo implique ganar o perder. Juguemos, aunque solo sea para contemplar lo que podría tocarnos.

Tómbola te enseña que no todos los números tienen premio, pero si juegas tienes premio seguro.

En escena transitamos desde lo cotidiano hasta lo inverosímil. Mezclando el sueño con la realidad en ocasiones, y superando ésta a la ficción en otras muchas, entendemos que no se trata más que de un juego, en el que participar es divertido.